
Ella viene de un pasado salvaje.
Él vive en una sociedad que le ha prohibido sentir.
Y mientras una revolución se agita en las sombras, sus mundos están a punto de encontrarse.
Y mientras una revolución se agita en las sombras, sus mundos están a punto de encontrarse.
Es el año 2056. Lenah es una “resucitada” que despierta a los dieciséis años en un mundo que desconoce, pero que parece perfecto. Después de la Tercera Guerra Mundial, la humanidad al fin aprendió ciertas lecciones: ya no hay enfermedades, maldad ni dolor. Pero el día en que Lenah conoce a Nahier, todo cambia. Nahier es un clon. Es un calco mejorado de su original. Sus genes son perfectos y sus acciones están dominadas por la razón. Pero aunque se cree incapaz de sentir, Lenah despierta en él sensaciones que no sabe nombrar.
Sin embargo, en este Nuevo Mundo, la perfección es pura apariencia. La Clase Política tiene un poder que la población, anestesiada de felicidad, desconoce. Los clones ya no están dispuestos a ser simples marionetas de los humanos, los ánimos están caldeados, y Lenah muy pronto descubrirá que nada es lo que parece. Tampoco Nahier.
Mi opinión sobre:
El libro:
Distopia + Argentina = TENGO QUE LEERLO. Esa fue mi reacción en cuanto salió este libro. Pero no fue hasta hace poco que lo pude tener en mis manos y… Debo decir que superó con creses mis expectativas.
No sólo está el atractivo de que es una de las primeras (si no es la primerísima) distopias escrita y ambientada en Argentina. Sino que es una novela realmente buena. Ya les diré por qué:
Luego de la Tercera Guerra Mundial, las pocas potencias mundiales que quedan se organizan y colonizan a otros países. Es así que en el año 2056 la Patagonia Argentina es una colonia de EEUU (por qué no me sorprende). Es ahí donde Lenah es “resucitada”. ¿Vieron el mito de que Disney está congelado para cuando de lo pueda revivir? Bueno, algo así le pasa a nuestra protagonista. Como decía, ella tiene una segunda oportunidad de vivir en una colonia perfecta. Sin pobreza, sin crimines, sin maldad… Pero como la humanidad siempre debe relegar a un sector de su población al punto de no considerarlo humano, tenemos a los clones, que prácticamente son considerados mascotas o “repuestos de órganos” de sus originales. Y uno de esos clones es Nahier. Amo su nombre :3
Y cuando los caminos de Lenah y Nahier se curzan... ya nada será como antes.
"¿Acaso puede surgir amor de algo tan horrible como la guerra? ¿Acaso el amor no se transforma entonces en la verdadera rebelión?. Solo del amor puede nacer la vida en donde todo lo demás ha muerto."