Reseña: La Declaración - Gemma Malley

«Me llamo Anna y no debería estar aquí. No debería existir. Pero existo.» 

Año 2140, Inglaterra. La creación de un fármaco contra el envejecimiento ha permitido vencer la enfermedad y la muerte. 

Con el fin de evitar la superpoblación del planeta, se promulga la Declaración, ley fundamental que prohíbe a las parejas tener hijos. 

Las personas que nacen a pesar de esta ley se denominan Excedentes y no tienen derecho a vivir en el mundo de los Legales, pero, adiestrados correctamente, pueden ser muy valiosos como mano de obra esclavizada y desechable. Anna tiene quince años y es una Excedente. 

Despojada de su apellido, de su pasado y recluida en un centro de internamiento, su vida se reduce a trabajar duro para convertirse en Empleada Valiosa. Sin embargo, la llegada de un misterioso joven llamado Peter dará un giro radical a su vida, hasta el punto de hacer tambalear el siniestro orden social que la arrogancia y la codicia del hombre han creado. 

Mi opinión sobre:

El Libro:

Esta es una reseña atrasadisima (como otras) Pero bueno, aquí está. ¡Al fin!

Para comenzar, debo admitir que lo primero que me llamó la atención fue su hermosa portada. Es tan colorida y dice tanto a la vez que me puse a buscar el libro y leerlo.

Como leyeron el la sinopsis, en un futuro, todos serán inmortales, jóvenes para siempre. Sólo aquellos que nacieron antes de la Declaración. Los que no, como Anna, son arrancados de sus familias y llevados a una institución, el Grange Hall, donde son adiestrados entrenados para convertirse en esclavos Empleados Valiosos. Anna no se cuestiona esto. Ella culpa a sus padres por haberla tenido, por haber roto la ley. Ella sueña con trabajar y convertirse en una excelente trabajadora. Ella está de acuerdo con el sistema… hasta que llega Peter, un chico sexy y rebelde, que parece saber mucho de ella. Él es la otra cara del sistema, él es parte de la Resistencia (al igual que los padres de Anna) y él vino sólo para buscarla y regresarla a su hogar. ¡Maigad!

"...debemos vivir el momento, porque no estaremos aquí siempre, aunque en cualquier caso tampoco querría, porque cuando sabes que algo tiene fin lo aprecias más y saboreas todos y cada uno de los instantes."

Pero Anna tiene un secreto también, ella tiene un diario, algo que está totalmente prohibido. Y ese diario nos ayuda a entenderla un poco más, ya que la historia está contada en tercera persona con fragmentos de su diario. Y en sí, la narración es bastante sencilla, no describe mucho a los personajes o lugares, se enfoca más en las ideas y pensamientos de estos. Lo que la hace ligera y rápida de leer. 

Pero lo que realmente me gustó de esta trilogía (aparte del personaje de Jude) es lo que te hace pensar: ¿Qué pasaría si podríamos vivir para siempre? ¿La muerte de la juventud es un precio justo a pagar por la inmortalidad? 

La protagonista:

Como dije, Anna desea haber sido sacrificada antes de ser una Exedente. Ella cree que el sistema en el que vive es justo y la única forma de salvar su alma es siendo una buena empleada. Mucho no puedo decir de ella, físicamente casi no la describe (yo me la imaginé rubia) al igual que los demás personajes. Además, el segundo libro está contado en su mayoría por Peter y el tercero por Jude. Amé a estos dos chicos (no hay triángulo amoroso aquí, sorry). La acción no es mucha peso incrementa a lo largo de los libros, y las revelaciones que encontramos nos dejan como: WTF?!

En sí es una linda trilogía, bien armada y con un argumento que te hace pensar bastante.

Puntuación: