Reseña: Fence – C.S. Pacat y Johanna the Mad

Título en español: Escuela de esgrima

Título original: Fence

Autor: C.S. Pacat

Ilustrador: Johanna the Mad

Volúmenes: 4 (1 en español)

Editorial: Urano, sello Mab.

Sinopsis:

Nicholas Cox está decidido a demostrar su valía en el mundo de la esgrima de competición y ganarse un lugar junto a leyendas de ese deporte, como el padre al que nunca ha llegado a conocer. Por ello sueña con recibir la formación necesaria para competir. Tras ser aceptado en la conocida escuela privada Kings Row, Nicholas es empujado a un mundo sin piedad.

A través de enfrentamientos, rivalidades y romances entre compañeros de equipo, Nicholas y los chicos de Kings Row descubrirán que la esgrima va mucho más allá de floretes y estocadas.

De la aclamada autora C. S. Pacat (El príncipe cautivo) y la popular artista Johanna the Mad. Escuela de esgrima es una serie que te atrapará desde la primera página.

Mi opinión sobre:

El comic:

Estamos todos a full con los Juegos Olímpicos, así que ¿por qué no traer una reseña de una obra que destila pasión deportiva?

Si se han pasado por mis post de anime y manga, habrán adivinado que soy una fan del género spokon, es decir, de las historias centradas en un deporte. Irónico, siendo que soy super patosa para los deportes. Y como buena fan de este género, TENÍA que leerme Fence. Y, gente, no saben cuánto lo ame. C. S. Pacat capturó a la perfección toda la esencia y los clichés del género y le dio un aire fresco y diverso. Pero vamos por partes.

El inicio de Fence es de lo más cliché: Nick es un chico que ama el esgrima con todo su ser. Sin embargo, nunca ha podido practicarlo como se debe y, por eso, en su primer torneo es derrotado por Seiji, una de las grandes promesas del esgrima. Nick jura venganza, pero, oh casualidad, ambos terminan siendo compañeros de cuarto en su nueva escuela, donde Nick debe entrar sí o sí en el equipo de esgrima para ganarse una beca y poder estudiar allí.

Así, estos cuatro volúmenes (no sé si habrá más), abarcan hasta la formación del equipo y, supongo que las novelas que le siguen abarcaran el resto de la historia. Porque esta historia da para mucho más. Aunque eso lo sabremos en próximas reseñas.

Y es que Fence no va solamente sobre las competencias de esgrima y la rivalidad de sus personajes. Ustedes no se imaginan el nivel de drama (familiares, románticos y dentro del equipo) que promete esta serie. Porque cada personaje está tan bien definido y tiene su propia historia que queremos saber más de todos. Todos son muy diversos, con personalidades, contextos y problemas distintos. Pero todos aspiran al mismo objetivo: mejorar día a día en el deporte que aman. 

Tanto C.S. como Joanna han sabido capturar a la perfección el dinamismo y la adrenalina del esgrima en cada duelo. Es de esos spokon que me tienen con el corazón en la boca durante cada duelo y me den ganas de practicar el deporte. Porque también logran explicar las reglas y turcos del esgrima de una manera muy simple y didáctica sin que se corte el ritmo y la naturalidad de las escenas. 

En resumen, Fence es un comic tremendo. Con un elenco de personajes demasiado adorables y a los que les tomé cariño a todos. Con mucha, muchísima tensión (deportiva y romántica) y un gran potencial para el drama.

Y las ships que se vienen, por el Ángel. Yo ya me subí a esos barcos y me hundiré con ellos. Con solo 4 volúmenes, C. S. Pacat demostró el abanico de posibles tramas que podés armar en un spokon si hacen canon la jotería que todos sabemos que tiene el género.

Sin dudas es una lectura perfecta para los fans de este género.

Los protagonistas:

En esta ocasión me voy a obligar a hablar solo de Nick y Seiji porque si empiezo a nombrar a todos los niños del equipo no termino más. Pero sepan que Bobby, Harvard, Dante y todos los chicos se ganaron su merecido lugar en mi corazoncito. 

Nicholas Cox es el clásico protagonista de historias de este tipo: entusiasta y apasionado al extremo, con un gran talento que necesita pulirse, extrovertido, algo arrogante y muy hinchapelotas cuando quiere. Es un tipo de personalidad que a veces puede llegar a ser cansina, pero C. S. ha sabido sacarle provecho creando a un protagonista muy entrañable que hace que quieras apoyarlo en toda su evolución. 

Por otra parte, Seiji Katayama es aquel atleta que llega a lo más alto a base de esfuerzo, dedicación y autoanálisis. Tan centrado en su carrera y consciente de su propio talento que puede resultar terriblemente arrogante, serio y bastante forro; pero que, cuando sus compañeros necesitan un concejo, lo da de buena grana (con muy poco tacto, eso sí). Es un chico solitario que poco a poco va viendo sus propios límites y aceptando la ayuda y compañía de otros, en parte gracias a las insistencias del pesado de Nick.

La rivalidad que se forma entre ellos es un completo cliché, pero hay tanta tensión romántica allí que es imposible no chillar con cada una de sus interacciones; demostrando que C.S. Pacat es la reina del enemies to lovers o, en este caso, el rivals to lovers.

Puntuación:⭐⭐⭐⭐