Reseña: Wolfsong: La canción del lobo – T.J. Klune (Green Creek #1)

Título: La canción del lobo

Título original: Wolfsong

Autor: T.J. Klune

Saga: Green Creek 1/4

Editorial: V&R YA

Sinopsis:

Ox nunca tuvo a nadie, hasta que un extraño chico le tendió la mano y lo condujo a un mundo donde lo maravilloso es posible. Le dio un hogar. Una familia. Una manada. Pero allí donde vive lo increíble también lo hacen las pesadillas. Y aunque Ox es solo un humano, muy pronto deberá alzar su aullido y pelear con uñas y dientes por quienes ama.

Mi opinión sobre:

El libro:

Me van a funar por esto, pero debo admitir que me siento un poquitín estafada con este libro. Me habían prometido lágrimas, dolor y que me rompería el corazón en miles de pedacitos (algo que no es difícil de lograr en mí), pero les juro que la única vez que lloré fue de la risa. Por favor, déjenme explicarme antes de sacar sus garrotes.

Wolfsong comienza cuando el padre de Ox se va de la casa, no sin antes dejarle tres cosas bien claras: 1) que, con doce años, Ox debía convertirse en un hombre y los hombres no lloran, 2) que la gente solo le haría daño y haría de su vida una mierda, y 3) que Ox era tonto como un buey.

Ox creció creyendo ciegamente en estas palabras, al menos hasta que la familia Bennet se mudó a la casa vecina y le demostraron todo lo contrario. Ni bien Ox conoce a esta familia se ve rodeado de gente que lo mima, lo protege y lo hacen parte de su manada. Porque claro, ya con el título sabemos que esto va de hombres lobos.

Y esto sin dudas fue lo que más amé del libro: los lobos. Aunque se mantiene fiel a los clichés sobre los licántropos y sus formas de relacionarse, TJ logra darle un aire fresco. Me encantó especialmente cómo resalta constantemente los sentidos de los lobos, como son tan toquetones y no hay nada que se les escape a sus oídos y olfatos, y lo difícil que puede ser convivir con gente así. Los lobos y la magia aquí tienen casi un no-sé-qué que me atrapó. Es muy fácil sumergirse en este mundo de hombres lobos y brujos y manadas llenas de amor y "épico y asombroso". 

"Dios mío, Ox. Tu vida es como esa mierda de las películas de vampiros que brillan. Esas que jamás vi y no me gustaron para nada, cierren la boca."

También amé todas las bromas sobre el tema y que muchos de los personajes reaccionan como lo harían cualquier persona al enterarse de la existencia de hombres lobos. Aunque también, el tratamiento de este tema fue uno de los que más me molestó o, mejor dicho, cómo reaccionaba Ox ante él. Me desesperaba que el pibe no tenía curiosidad, nunca preguntaba nada, solo se quedaba con lo que le decían y ya. 

Esto va de la mano con el siguiente punto: el estilo de TJ, al menos en este libro, no me terminó de gustar. No es malo, se nota su dominio de las palabras y la construcción de personajes. Pero el man justo usa el tipo de diálogo que no me gustan (breve, interrumpidos y donde no hay nada de descripciones) y las escenas de acción se me hicieron demasiado confusas. Soy la primera en admitir lo terriblemente difíciles que son de escribir las escenas de acción con hombres lobos, pero no sé, no eran mis escenas favoritas de leer. Quizás por eso no llegué a emocionarme durante esos momentos, porque cuando pasaba lo heavy yo seguía intentando comprender que **** pasaba.

Las que sí eran mis favoritas, eran cuando los personajes se ponían pavos y cariñosos. No solo los protagonistas, sino toda la manada entre ellos, las relaciones padres-hijos, Gordo con Ox, los chicos del taller y especialmente Kelly y Carter con Ox. Amé lo densos que eran esos dos.

En fin. Yo vine buscando un libro que rompiera mi corazón y, en cambio, me encontré con una novela que me llenó con un sentimiento cálido, que me hizo reír con las dinámicas de sus personajes, ruborizar en las partes hots y chillar como la fangirl que soy con el romance.

Los protagonistas: 

Si fuera por mí, me pongo a hablar de cada uno de los miembros de las manadas, pero eso dejaré para cuando reseñe los siguientes libros. Por ahora quédense con que Carter, Gordo, Rico y Robbie son mis personajes favoritos de la saga hasta ahora.

Así que ahora me voy a centrar en Ox y Joe. Y debo empezar diciendo que tengo sentimientos encontrados con estos dos. Por un lado, me parecían las criaturas más adorables del mundo y solo quería protegerlos de todo mal y llenarlos de mimos. Por el otro, quería sopapearlos por lo idiotas que podían llegar a ser. 

Ox es un personaje muy interesante, por momentos parece algo tosco y predecible y, por otros, te sorprende con los matices y capas que puede llegar a tener. Las palabras de su padre lo han condicionado terriblemente, por lo que siempre se sentía menos que los demás; aun cuando era un personaje con una presencia asombrosa.

Por su parte, no terminé de comprender a Joe. Es al que más quería sopapear de los dos, especialmente cuando le agarró síndrome de Sasuke Uchiha *spoiler on* y se le dio por huir de la manada en busca de venganza. No sé, entendía por qué lo hizo, pero me desesperaban las decisiones que tomaba. Además, me incomodaba un poco lo posesivo que era con Ox. Sí, los bobos son un toque intensos, pero había partes en las que Joe ya me daba miedo. *spoiler off* Quizás en los próximos libros pueda conocerlo mejor y entender por qué estaba tan pendejo. 

Puntuación:⭐⭐⭐⭐