lunes, 20 de abril de 2020

Reseña: Akatsuki no Yona – Mizuho Kusanagi

Título: Yona. Princesa del amanecer 
Título original: Akatsuki no Yona
Autora: Mizuho Kusanagi
Volúmenes: 32 - en serialización

Editorial: Norma
Anime: 26 capítulos + OVAS


Sinopsis:
La Princesa Yona disfruta de una vida de lujos y comodidades, completamente ajena a los problemas del aparentemente pacífico Reino de Kouka; sin embargo, el repentino asesinato del rey y la traición de su primo Soo-won, a quien ella ama, pone la vida de Yona en peligro de muerte. Obligada a escapar con la única compañía de Son Hak, su amigo de la infancia y guardaespaldas personal, una ingenua princesa pronto descubrirá que Kouka no es el lugar idílico que creía. La pobreza, los conflictos y la corrupción están a la orden del día por lo que la recuperación del trono no es más que una fantasía dado el estado actual del reino.
Guiada únicamente por una misteriosa leyenda, Yona deberá descubrir una manera de restaurar la antigua gloria de su país mientras es perseguida por las fuerzas del nuevo Rey, Soo-won.

Mi opinión sobre:
El manga:
Había escrito esta reseña, pero se perdió cuando mi computadora decidió morir a principios de años. Así que toca hacerla de nuevo. Tampoco es como si me molestara hablar sobre esta historia y sus personajes.
Pero, ¿por qué amo tanto esta obra?
Para empezar, Yona: Princesa del amanecer (como fue traducida al español) es un shoujo histórico con toques de fantasía y romance, pero donde, en realidad, prima principalmente la acción y las tramas políticas, sin faltarle un buen toque de humor. Ahí ya se darán una idea de que a este manga no le falta nada.
Como dice la sinopsis, el manga nos cuenta la historia de Yona, una princesa malcriada e inocente que, tras la muerte de su padre y un golpe de estado perpetrado por el chico que ama, debe escapar junto a Hak, la única persona de confianza que le queda en su vida. En esta huida, Yona recibe la misión de encontrar a los cuatro guerreros que heredaron los poderes de cuatro dioses dragones y que la ayudarán a devolverle la paz al reino. Y este es solo el inicio.
Porque este manga de más de treinta tomos los lleva por un interminable viaje donde nuestro grupo protagónico se ve deteniendo a traficantes de drogas y de personas, señores feudales corruptos, conflictos con otros reinos y, por supuesto, huyendo de los aliados del nuevo rey, entre un sinfín de aventuras. Todo mientras Yona debe descubrir el verdadero sentido de la profecía que la encaminó y debe decidirse si en verdad ella quiere recuperar el trono.

"Sabes, Seiryuu, por 15 años nunca había salido al exterior. Mantuve esa pequeña felicidad en un pequeño mundo. Todo eso... me fue arrebatado.
La sensación de tener hambre, la sensación de que mi corazón se rompiera y a pesar de eso seguir respirando... y el deseo de vivir. No les permitiré que digan que es inútil para ti y para mí seguir viviendo. Es por eso que saldremos de la oscuridad. ¡Te llevaré a un lugar donde podrás extender tus brazos cuando quieras! Sin duda te llevaré ahí."

El worldbuilding es uno de los aspectos a destacar. Kouka y los reinos vecinos están inspirado en diferentes países de Asia y, a pesar de ser lugares inventados, se siente esa esencia histórica que recuerda a culturas como la china o la coreana. Las situaciones bélicas son muy realistas, demostrando que clasificación de shojo no es impedimento para mostrar una buena cantidad de sangre. En cuanto a la fantasía, es muy sutil; con una mitología que gira alrededor de dioses, guerreros dragones dragones y profecías.
Pero lo que hace único a este manga es el desarrollo de personajes. Tiene montones de personajes y hasta los más secundarios que quizás solo aparecen en un arco estás bien definidos. Y ni mencionar a nuestra protagonista cuya evolución, me atrevo a decir, le da un carácter feminista a la obra. Ella pasa de ser una niña sumisa e ignorante a una joven valiente, inteligente y justa, que quiere luchar a la par de sus compañeros varones y ser capaz de protegerlos a ellos y a su reino. Y ella no es la única. Aunque pocos en comparación, todos los personajes femeninos desbordan fortaleza y sororidad. 
Y podría pasarme horas y horas hablándoles de todo lo que amo este manga, pero ya estoy corriendo de dar spoilers así que voy resumiendo mi opinión sobre él. 
En sí, Akatsuki no Yona es un manga que lo tiene todo. Logra extenderse a un montón de géneros, tratar temas sociales, desarrollar un gran abanico de personajes diversos y romper los esquemas y preconceptos del género shoujo.
El anime:
En 2014 se hizo una adaptación a un anime y, posteriormente alguna OVAS extras. El anime es muy fiel y cuenta con una muy buena animación, una excelente banda sonora y un elenco de seiyuus perfecto. Sin embargo, en sus 24 capítulos apenas logra contar la primera parte de la historia, hasta que Yona recluta a todos los dragones. Lo que es una pena porque este manga merece seguir adaptándose. 
Si les llama la atención esta historia, pero los intimida los casi 300 capítulos de su manga, les recomiendo comenzar por su anime.

Los personajes:
Ahora sí, si me permiten voy a dejarme llevar un poco por el fangirleo. Y es que no se dan una idea de lo mucho que amo a todos los personajes principales.
Empecemos por Yona. Como ya mencioné, la evolución de Yona es increíble, pero para nada forzada. Ella pasa se ser la típica damisela en apuros a una guerrera sin perder su esencia. Ella es optimista y determinada, siempre dispuesta al diálogo, pero sin miedo de tomar las armas.
Luego está Hak, alias “el amor de mi vida” (como mencioné en mi 20 Anime Tag). Él es el guerrero más fuerte del reino, mejor amigo de Yona y su guardián. Su lealtad no vacila en ningún momento y se entrega sin miramientos a las órdenes de Yona con un honor inquebrantable y con el deseo de que todo el mundo vea el hermoso ser humano que es Yona. Aunque tampoco teme enfrentarse a ella para hacerla entrar en razón cuando se pone terca. Y a pesar su aspecto, él no es el típico macho que solo sirve para pelear, al contrario. Él no teme mostrar su lado sensible a sus compañeros y hacerle saber cuánto los aprecia.  
Y acá debo mencionar el romance. Hak y Yona son la OTP de las OTPs. Son tan perfectos el uno para el otro y su relación es tan sana, llena de respeto, cariño y admiración. Eso sí, este es un amor que cuece a fuego lento, muuuuy lento.
Ok, acá paro porque quiero hablarles de los dragones... 
A través de generaciones, cuatro jóvenes heredaron los poderes de cuatro dioses dragones. Kija heredó del dragón blanco un brazo que puede convertirse en una enorme garra con la fuerza de decenas de hombres. Aun así, él es un chico tímido, algo mimado y sensible. Shin-Ah tiene los ojos del dragón azul, lo que le permite ver a cientos de quilómetros, pero fue considerado una maldición por su tribu. Al crecer en soledad, él se volvió un chico sumamente retraído, callado y tranquilo que siempre oculta sus ojos tras una máscara. Con él se incorpora Ao, una ardillita mascota que resulta ser de mucha ayuda en más de una ocasión. Luego está Jae-Ha, el dragón verde que posee una pierna que le permite saltar tan lejos que parece volar. Él es el mayor del grupo y tiene un carácter algo despreocupado y coqueto. El cuarto es Zeno, el misterioso dragón amarillo que nadie conoce su verdadero poder; él es un muchachito alegre, extrovertido y algo infantil.
Y Yoon es quien termina de completar el grupo principal. Él es un niño increíblemente inteligente que, gracias a sus conocimientos sobre plantas medicinales, termina adoptando el rol de médico del equipo. Y también el de mamá (aunque es el menor de todos) gracias a su carácter con el que mantiene a todos bajo control y bien cuidaditos.

Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐

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